No quiero cantos de sirenas.
No quiero nudos de garganta.
No quiero bailar con la pena
porque me da miedo pisarla.
No quiero saber de lo que hablo.
No quiero andarme por las ramas.
No quiero saber por diablo
lo que por vieja se me escapa.
No conozco mandamientos
más allá de mis narices,
por eso llevo remiendos en el alma
y cicatrices y un corazón ya viejo
maltratado con estrías de tanto mezclar
las penas con tan pocas alegrías.
No quiero nudos de garganta.
No quiero bailar con la pena
porque me da miedo pisarla.
No quiero saber de lo que hablo.
No quiero andarme por las ramas.
No quiero saber por diablo
lo que por vieja se me escapa.
No conozco mandamientos
más allá de mis narices,
por eso llevo remiendos en el alma
y cicatrices y un corazón ya viejo
maltratado con estrías de tanto mezclar
las penas con tan pocas alegrías.
No quiero tirar la toalla
ni morirme en un escenario.
Quiero venir cuando tú vayas
y ver mi nombre en tu diario.
Ser como el calvo que se rapa
al cero siempre la cabeza
porque prefiere saltar solo
a que le empuje la certeza.
ni morirme en un escenario.
Quiero venir cuando tú vayas
y ver mi nombre en tu diario.
Ser como el calvo que se rapa
al cero siempre la cabeza
porque prefiere saltar solo
a que le empuje la certeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario