Cuando era sólo una niña tenía como meta el mundo entero, pero
voló lejos de su alcance así que huyó cobijándose en su sueño. Soñaba con el
paraíso cada vez que cerraba los ojos. La vida sigue y es muy pesada, cada lágrima
era una cascada; pero en la noche, en las noches de tormenta, ella cerrará sus
ojos, volará y soñará con ese paraíso. Y así acostada bajo los cielos
tormentosos decía: Sé que el sol debe volver a ponerse…
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