-Hay algo… extraño en cómo estáis juntos –murmuró ella, con la
frente fruncida sobre sus ojos preocupados-. Te mira de una manera… tan…
protectora. Es como si estuviera dispuesto a interponerse delante de una bala
para salvarte o algo parecido.
-Y no es sólo él –apretó los labios en un ademán defensivo -. Me gustaría que vieras la manera en que te mueves a su alrededor.
-La manera en que andas, como si él fuera el centro del mundo para ti y ni siquiera te dieras cuenta. Cuando él se desplaza, aunque sea sólo un poco, tú ajustas automáticamente tu posición a la suya. Es como si fuerais imanes, o la fuerza de la gravedad. Eres su satélite… o algo así. Nunca había visto nada igual.
-Y no es sólo él –apretó los labios en un ademán defensivo -. Me gustaría que vieras la manera en que te mueves a su alrededor.
-La manera en que andas, como si él fuera el centro del mundo para ti y ni siquiera te dieras cuenta. Cuando él se desplaza, aunque sea sólo un poco, tú ajustas automáticamente tu posición a la suya. Es como si fuerais imanes, o la fuerza de la gravedad. Eres su satélite… o algo así. Nunca había visto nada igual.
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